1) Es la primera vez que el catalanismo político se muestra crítico con la propuesta y deja de aplaudir las bondades del sistema autonómico, tras constatar reiteradamente su inviabilidad como solución a los problemas de Cataluña, aunque toda la estructura de poder real (político, económico y mediático) ha protagonizado una ofensiva sin precedentes por en favor del voto afirmativo.
2. Desde Esquerra Republicana de Catalunya acatamos los resultados y su legitimidad, pero es evidente que los recortes, la desfiguración total del Estatuto aprobado el pasado 30 de septiembre por del Parlamento de Cataluña, habían dejado el referéndum sin ningún atractivo, interés ni ilusión para muchos ciudadanos de Cataluña. Para cualquier demócrata debe ser una gran preocupación que la mitad de ciudadanos de un país con derecho a voto no participe en una votación en donde se decide su futuro para las próximas décadas.
3) Son la consecuencia lógica después de la aprobación del nuevo marco legal que debe ser administrado por un nuevo equipo de gobierno surgido de las urnas. La situación política hoy no es la misma que en el año 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de junio de 2006