Eulalia Vicente tiene 79 años. Vive en Barcelona, pero tiene una casita en la playa de Badalona. Tan cerca del mar que está afectada por la Ley de Costas y en fase de expropiación. Acude a ella con su hijo, Francesc Bassols, y el resto de la familia algunos fines de semana y los largos veranos mediterráneos. Mejor dicho, acudía.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que instruye el caso Pretoria, acordó ayer dejar en libertad bajo fianza de un millón de euros a dos de los principales implicados: Macià Alavedra, que fue consejero de CiU durante los gobiernos de Jordi Pujol, y Lluís Prenafeta, ex secretario general de la Presidencia, de 75 y 70 años, respectivamente.
¿Se deben mantener los puentes o bien eliminarlos del calendario? Los gobiernos, tanto el central como los autónomos, y los empresarios han abierto el debate en numerosas ocasiones, pero nunca han pasado de ahí al hallarse con la oposición de la Iglesia católica y los sindicatos.
Hasta ahora era normal que los más afortunados echasen el ancla cerca de las islas Formigues para zambullirse un rato en el agua de la Costa Brava. O que los pescadores faenaran en la zona. Incluso que algunos niños, y no tan niños, se tirasen desde las rocas calcáreas de los islotes con unas gafas y un tubo para ver los misterios del fondo submarino.
CATALINA SERRA | Barcelona
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