El traspaso del Gobierno se inició simbólicamente entre los dos vicepresidentes. Josep Lluís Carod Rovira recibió en su despacho a su sucesora, Joana Ortega, con un ramo de rosas y un libro: El nadal que no vam tornar a casa. 1939. Un Nadal a l'exili. Ya en la sala Gótica, Ortega mostró su ilusión por ser la primera vicepresidenta y Carod agradeció las palabras de Mas que calificó el traspaso de "impecable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de diciembre de 2010