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CRISIS DIPLOMÁTICA

Exteriores considera las explicaciones de Marruecos "carentes de fundamento"

Mohamed Benaisa, homólogo marroquí de Josep Piqué, aludió en su discurso a los problemas de pesca, inmigración y del Sahara

El Ministerio de Asuntos Exteriores español considera "carentes de fundamento" las explicaciones dadas por el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaisa, de que la decisión de llamar a consultas a su embajador en España "expresa claramente el descontento de Marruecos". En un comunicado difundido esta noche por la Oficina de Información Diplomática (OID), Exteriores considera dichas declaraciones "profundamente alejadas de la realidad y claramente contradictorias con el espíritu y contenido de las distintas conversaciones mantenidas entre el señor Benaisa y el ministro de Asuntos Exteriores, señor Piqué".

La nota de la OID añade que "sin entrar a valorar los motivos que han generado estas declaraciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores considera carentes de fundamento las afirmaciones realizadas en las mismas por el señor Banaisa". "En todo caso, -observa Exteriores- dichas declaraciones no van a alterar la posición española en sus relaciones con el Reino de Marruecos, ni la voluntad española de seguir desarrollando la cooperación política, económica y cultural a todos los niveles".

La pesca, el Sahara y la inmigración

El ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaisa, declaró que la decisión llamar a consultas a su embajador en España "expresa claramente el descontento de Marruecos ante la calidad y el nivel de las relaciones bilaterales", aunque invitó a Madrid a "abrir una nueva era ". Benaisa se expresó así en una intervención en la Cámara de Diputados, en la que enumeró las causas del malestar de su gobierno, relacionadas con los problemas de la pesca, el Sahara y la inmigración.

"Es tiempo -dijo- para lanzar una llamada sincera a nuestro vecino español, con todas sus fuerzas gubernamentales, políticas, sindicales, así como a sus organizaciones no gubernamentales para la apertura de una nueva era en las relaciones entre los dos países, sobre una base realista y una voluntad común".

En la primera declaración oficial tras la llamada a consultas de su embajador, el ministro consideró que esta decisión "tiene una significación profunda y expresa claramente el descontento de Marruecos ante la calidad y el nivel de las relaciones bilaterales, que no pueden seguir apresadas en una visión condescendiente".

Referéndum simbólico

Tras señalar que las relaciones "deben ser construidas sobre bases sanas y equilibradas en un clima de respeto y de confianza mutua", el ministro marroquí consideró que en los últimos meses "atraviesan una tensión continua, que atenta contra causas y materias (...) de una extrema importancia para nuestro país".

Se refirió, concretamente, a los acontecimientos tras el fracaso de las negociaciones de pesca entre la UE y Marruecos, a la actitud en España con los inmigrantes marroquíes después de los atentados del 11 de septiembre y al referendum simbólico sobre el Sahara celebrado en Andalucía. Señaló que, tras el fracaso de las negociaciones del acuerdo de pesca, en agosto, "las autoridades españolas anunciaron una revisión global de las relaciones con nuestro país, amenazaron de anular las contribuciones económicas y financieras y pidieron a la UE que tomara sanciones contra Marruecos".

Piqué resta importancia al retraso de la cumbre

Piqué, además, ha asegurado que el Gobierno hará todo lo posible para recuperar la normalidad en las relaciones con Marruecos y ha mostrado su confianza en encontrar una fecha en enero para la cumbre entre los dos países pese a los "serios problemas de agenda" del Ejecutivo. Está reunión, prevista para finales de diciembre, fue aplazada por Rabat.

Piqué ha añadido que espera que las razones de agenda que ha aducido Marruecos para retrasar la Cumbre hispano-marroquí prevista para diciembre se puedan resolver y, si no puede celebrarse ese mes, a lo largo de enero se encuentre una fecha para que de esa reunión salgan "los frutos que todos queremos".

El ministro ha querido aclarar que no es que España acate las fechas que pueda proponer Marruecos, sino que se trata de una decisión común, ya que hay que tener en cuenta que a partir del próximo 1 de enero empieza la presidencia española de la UE y, por tanto, el Ejecutivo va tener "serios problemas de agenda".