El Partido Popular y el PSOE intentan esta noche salvar sus diferencias para alcanzar un acuerdo sobre la futura Ley de Partidos Políticos, a 24 horas de que venza el plazo para presentar enmiendas al proyecto. La intención de los populares es que se llegue cuanto antes al consenso para que las enmiendas que se presenten sean compartidas por ambos grupos parlamentarios.
No obstante, la Mesa del Congreso podría acordar en su reunión de mañana una ampliación del plazo de presentación de estas últimas si algún grupo lo solicita y en función del resultado de las negociaciones.
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El principal escollo, se centra en la legitimación del Parlamento para poder instar la ilegalización de Batasuna. Mientras el PSOE pretende que sólo corresponda dicha iniciativa a la fiscalía, el PP defiende que esta legitimación recaiga también en el Gobierno, diputados y senadores.
Para acercar posiciones, el secretario general del PP, Javier Arenas, ha garantizado a los socialistas que ni el Gobierno ni el partido instarán la petición de ilegalización de Batasuna y ha propuesto que se eleve a 176 (la mayoría absoluta de la Cámara) el número de diputados que puedan tomar la iniciativa, lo que supondría una diferencia sustancial con el proyecto de Ley que el Gobierno ha remitido al Parlamento, y en el que se atribuye esta competencia al Fiscal General, al Gobierno y también a 50 diputados ó a 50 senadores.
También se ha planteado otra posibilidad, como es que la legitimidad del Parlamento lo sea para pedirle al Gobierno que inste el procedimiento de ilegalización. Pero sobre esta cuestión no se ha cerrado aún ningún acuerdo.
Debate en profundidad
Al margen de las negociaciones, representantes del PP y del PSOE han discrepado hoy sobre lo urgente de la aprobación de la ley. Desde el Gobierno, el ministro de Justicia, Ángel Acebes, ha insistido en que "no se dilate en el tiempo su aprobación", pero el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le ha respondido que "no se ponga plazos" a un tema tan serio.
Acebes, en declaraciones desde la sede del PP en Madrid, ha afirmado que está dispuesto a negociar "en profundidad" el texto de la Ley de Partidos, pero que el diálogo no implicará en ningún caso "retroceder" en los elementos que hagan efectiva la Ley.
Según el ministro es necesario alcanzar "un gran acuerdo cuanto antes" por que la Ley "es urgente por la dignidad democrática de que no sea legal un partido que apoye al terrorismo y forme parte del entramado terrorista".
El líder socialista, por su parte, ha asegurado que "se está dialogando todo" y ha apostado por "llegar a un acuerdo con el máximo consenso" y alcanzar "la mejor ley", pero ha recordado que un pacto como éste "no se hace poniendo plazos finales ni límites infranqueables", y ha añadido que esa actitud es "un insulto" al proceso de diálogo.
También desde las filas socialistas, el diputado Alfredo Pérez Rubalcaba, interlocutor de su partido en temas de terrorismo, ha asegurado que el acuerdo entre ambas formaciones sobre este asunto "está aún lejos".