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El beneficio de BBVA y SCH crece casi la mitad de lo esperado por la crisis argentina

El Banco de España recomienda a las entidades que provisionen 3.100 millones de euros

El Banco de España ha recomendado a los dos grandes bancos que carguen contra los beneficios todo el riesgo que mantienen en Argentina. Esta operación supondrá que el SCH realice unas provisiones de unos 1.700 millones de euros y de 1.400 millones en el caso del BBVA. Así, los dos bancos han descartado, por segunda vez en el año, mantener sus previsiones de beneficios anunciadas en octubre, que preveían un crecimiento del 16%. Ahora ultiman el cierre del ejercicio con incrementos de un dígito o quizá el 10%, con lo que transmitirán a los mercados que sus cuentas están blindadas al efecto tango.

Los grandes bancos españoles ultiman el cierre de las cuentas de 2001. Hacía muchos años que dos organizaciones tan relevantes como éstas no se veían en una circunstancia parecida. Pasada la primera quincena de enero, los ejecutivos siempre tenían el cierre del ejercicio y los objetivos del siguiente. Sin embargo, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) ha suspendido la tradicional cita con los 230 directivos más importantes planeada el martes pasado. "Todavía no tenemos los planes claros para el futuro", según fuentes de la entidad.

Argentina es la causa de este desarreglo. A falta de los ajustes de última hora que los dos bancos están realizando, tanto BBVA como el Santander Central Hispano (SCH) son conscientes de la imposibilidad de alcanzar las previsiones de resultados de octubre, por lo que descartan crecer el 16% anunciado. Ahora, los analistas estiman que, en el caso del BBVA, los beneficios no superarán un dígito y mantienen ciertas cautelas con el SCH, al que le adjudican un beneficio muy cercano al 10%.

El menor crecimiento de los beneficios también tendrá efecto en los dividendos que repartirán los dos bancos. El aumento del dividendo se fijará en función de lo que se eleve el beneficio por acción de cada entidad.

Tercera rectificación

Con este movimiento, será la tercera vez que el SCH rectifique sus previsiones para 2001. En una primera ocasión fue Emilio Botín, presidente de la entidad, el que anunció que en 2001 ganarían 3.005 millones de euros (500.000 millones de pesetas). Posteriormente, en febrero de 2001, Botín rebajó esta cifra un 5% y dijo que ganarían 2.855 millones de euro (475.000 millones) "por posibles problemas en la coyuntura económica internacional". En octubre, esa cifra se quedó en un objetivo de 2.615 millones de euros (435.000 millones de pesetas), lo que supone un 16% sobre los de 2000. Sin embargo, el agravamiento de Argentina vuelve a reducir esta cifra hasta los 2.500 millones de euros (416.000 millones de pesetas) aproximadamente. El martes presentarán sus resultados.

En el caso del BBVA será la segunda rectificación. En principio, según el Programa Crea, tenían planeado crecer un 24% el beneficio neto para 2001. En octubre se rebajó al 16% y ahora se quedará en un dígito.

Fuentes de los dos bancos declinaron comentar estos datos y se remitieron a la próxima presención de resultados. Desde la crisis económica de 1994 no se recordaban unos incrementos de un dígito en los beneficios, lo que significa que la gravedad de la crisis argentina ha frenado un periodo de siete años de fuerte crecimiento de la gran banca española.

El Banco de España, consciente de la dificultad del momento, mantiene conversaciones con las dos entidades para que apliquen el criterio de máxima prudencia en las cuentas de 2001, a pesar de que el SCH ya realizó provisiones de 750 millones de euros, y BBVA, de 200 millones, en septiembre pasado. No es fácil ajustar el cálculo del riesgo total que tienen en ese país, aunque la entidad dirigida por Jaime Caruana quiere que se utilice el escenario más pesimista. "La autoridad monetaria pretende que se ponga el contador a cero. Es decir, como si hubiéramos perdido todo y asumiéramos un escenario catastrófico", explican ejecutivos de las entidades. Estas fuentes reconocen que este exceso de prudencia puede tener un efecto positivo en los mercados, ya que ahora no se está valorando en Bolsa el incremento de beneficios.

Morosidad

El coste de la crisis para el BBVA se centra en la inversión realizada, quitándole la partida de los fondos de comercio amortizados, lo que supone alrededor de 750 millones de euros. Este cálculo en el Santander Central Hispano es de unos 900 millones.

Pero eso no es todo. El Banco de España quiere que se incluya el efecto que podría tener que se triplicara la morosidad de ambas entidades, con lo que el ratio de créditos dudosos se colocaría en el 15% aproximadamente. Esta situación obligaría a elevar las provisiones actuales, aunque las coberturas están cerca del 100%.

En la factura también se debe incluir el efecto de la suspensión de pagos de Argentina, lo que podría provocar que no se pague la deuda pública en los plazos previstos. El BBVA tiene 3.400 millones de dólares, y el SCH, 2.500 millones de dólares. También se calcula el efecto de la devaluación del peso en los balances de las filiales argentinas. Esta situación provocará un empobrecimiento general del país, lo que mermará sus expectativas futuro.

Por si todo esto fuera poco, en las conversaciones de los banqueros también se habla de las consecuencias a corto plazo de la conversión de los créditos a pesos devaluados, mientras se mantengan los depósitos en dólares, lo que se conoce como pesificación.Sin embargo, este efecto no se cuantifica a la hora de fijar la factura de las provisiones porque supondría la quiebra de los bancos, salvo que se reponga el capital que necesitarán los bancos para reequilibrar sus recursos propios. Ambos bancos coinciden en que no pondrán más dinero salvo que exista un plan económico viable.

Botín dice que es pesimista

El presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, expresó ayer su 'pesimismo' por la situación económica que vive Argentina y aseguró que lo más importante para solucionar la crisis es 'un plan creíble, que permita un sistema financiero eficiente'. Botín reconoció que, pese al camino recorrido, éste no es el mejor momento. 'Yo, desde luego, estoy pesimista, porque la situación es muy delicada', indicó, a la vez que reclamó 'un plan creíble, que permita tener un sistema financiero eficiente'. Botín dijo, finalmente, que el Santander Central Hispano ya tiene 'hecha una provisión al cien por cien de la inversión que tiene en el Banco Río de la Plata'. Mientras tanto, las cinco entidades extranjeras más grandes de Argentina, las filiales de SCH, BBVA, Citibank, Bank of Boston y el HSBC, han mantenido reuniones en Nueva York para formar un lobby de presión que trabaje en tres campos: la Administración Bush, el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno argentino. El objetivo es transmitir la necesidad de lanzar un plan viable porque, de lo contrario, la quiebra del sistema supondría el final de las ayudas internacionales para Argentina.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2002

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