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LA LUCHA ANTITERRORISTA

Detenidos dos etarras que iban a atentar contra un juez en Madrid

Los terroristas planeaban el atentado en vísperas de la cumbre de este fin de semana en Madrid

La Guardia Civil detuvo ayer en el popular barrio de Vallecas de Madrid a dos miembros de ETA que entre hoy y mañana iban a atentar con un coche bomba con 40 kilos de explosivo contra el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, en vísperas de la cumbre UE-América Latina-Caribe que se celebrará en la capital de España. Los detenidos son Imanol Miner Villanueva, de 26 años, acusado del asesinato de tres ertzainas, y Mikel Guillermo San Argimiro, de 39, rescatado de su retiro de México. Un tercer terrorista, Balbino Sáez Olarra, escapó por la descoordinación entre la Policía y Guardia Civil.

Hallados 90 kilos de dinamita, armas y documentos en un piso en el centro de Madrid

Un tercer terrorista, Balbino Olarra, huyó al ver las detenciones de sus compinches

La operación, bautizada como "conjunta" por el Ministerio del Interior, desbarata el cuarto comando que ETA logra situar en la capital de España. El anterior fue detenido el 6 de noviembre gracias a la colaboración de un ciudadano que siguió a los etarras con su coche. Los terroristas entraron supuestamente en Madrid hace unos cuatro meses, posiblemente después de que Miner participase en el asesinato de los ertzainas Ana Isabel Aróstegi y Francisco Javier Mijangos de Bujo, en Beasain (Guipúzcoa) el 23 de noviembre.

Desde entonces, los etarras se habían dedicado a montar su infraestructura, recabar y confirmar información sobre objetivos y robar los coches para los atentados. El pasado 22 de abril supuestamente participaron en el atentado relámpago con coche bomba que voló parte de la fachada lateral de la sede central de Repsol-YPF en Madrid. Y el Primero de Mayo presuntamente colocaron el coche bomba que estalló junto al estadio Santiago Bernabéu, horas antes de la semifinal de la Copa de Europa entre Real Madrid y Barcelona.

Las pesquisas sobre ambos atentados permitieron localizar, hace tres o cuatro días, un Renault Clío blanco con matrículas falsificadas (M-3258-SL) aparcado frente al número 33 de la calle de Ramírez Tomé, en la zona del Alto del Arenal de Vallecas, un barrio popular de Madrid donde es fácil pasar desapercibido.

La policía se puso a vigilarlo tras informar al juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco. La alarma saltó el viernes, cuando fue robado otro Clío en el barrio de Aluche de Madrid, algunos de cuyos vecinos aseguraron que habían visto cómo le cambiaban las matrículas. La Guardia Civil se puso a buscarlo, al igual que la Policía Nacional.

Con metralletas

La captura de los dos etarras por parte de agentes de la Guardia Civil se concretó a las 13.00 de ayer, delante de una vecina del barrio llamada Manuela: "Me pasaron dos personas corriendo, con dos metralletas así", dijo separando las manos, "y uno me dio un empujón. 'Serán gamberros', les dije, pero ya se estaban echando encima de dos personas; y yo creo que hubo tiros desde el suelo, pero enseguida ya los metieron en una furgoneta muy vieja y se los llevaron".

Acababan de ser detenidos Miner Villanueva y San Argimiro Isasa, dos liberados (a sueldo y fichados) quienes portaban sendas pistolas y una mochila en la que ocultaban una bomba lapa a la que sólo le faltaba colocarla bajo el vehículo de la víctima y activarla.

El tercer terrorista, Balbino Sáez Olarra, vio toda la escena desde otro Renault Clío, matrícula M-6828-PJ. Éste era el coche robado el viernes, al que se le habían colocado las placas falsas de un Opel Corsa, mientras las suyas estaban colocadas en el Clío vigilado. Sáez Olarra aparcó en la cercana calle de Tánger y se dio a la fuga. La alarma ya estaba dada, por lo que la policía montó un amplio cordón, en cuyo interior estaban los dos Clío y un Renault 19, matrícula M-0484-KL, también a disposición de los terroristas.

Los Tedax, especialistas en desactivación de explosivos, se desplazaron a la zona y comenzaron a inspeccionar los coches, mientras a sus espaldas se acumulaban curiosos y personal del Selur, el servicio municipal que se encarga de limpiar los restos de las catástrofes. Un total de 167 viviendas fueron desalojadas. En el colegio público Agustina Díez, un centro con unos 400 niños que quedó en el centro del cordón policial, tuvo que suspenderse la fiesta de San Isidro prevista para la tarde.

El primer Clío, salvo numerosas huellas, apenas tenía nada. El Renault 19 fue abierto con una voladura controlada del maletero. Nada. Pero el tercer coche, el Clío de la calle de Tánger, llevaba en el maletero una olla con 40 kilos de dinamita prensada de la marca Titadyne, de la robada en Francia. De la marmita salían unos cables que sólo tenían que conectarse al temporizador que llevaba instalado, pero en el que no ponía ni fecha ni hora.

Mientras la tensión ante una inminente explosión se acumulaba en Vallecas, la Guardia Civil hallaba en el bolsillo de uno de los detenidos un papel con una dirección: calle del Piamonte, 27.

El registro de esta vivienda, cercana a la que ya tuvo el antepenúltimo comando Madrid (en la calle de Augusto Figueroa, en el barrio de Chueca), permitió localizar otros 90 kilos de dinamita (en mal estado de conservación), un subfusil, cordón detonante, detonadores, temporizadores y documentación sobre la banda terrorista.

Entre los documentos fue hallado un callejero con unos itinerarios marcados y una cruz en la calle de Azcona. El primer estudio ha permitido concretar que los terroristas iban a atentar, entre hoy y mañana, contra el juez Ismael Moreno, titular del juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. ETA pretendía de esta manera marcar con sangre las vísperas de la cumbre UE-América Latina-Caribe que, bajo presidencia española, se va a celebrar este fin de semana en el recinto ferial Juan Carlos I de Madrid.

"ETA hace de la propaganda uno de los ejes básicos de su actuación", dijo ayer desde Estrasburgo el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, quien añadió: "Ahora en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de toda la UE más el Caribe y América Latina [donde] sin duda alguna ellos creerían que iban a llamar la atención".

Rajoy destacó el perfil de los dos detenidos. De San Argimiro subrayó su edad, 39 años, y el hecho de que hubiera estado viviendo en México al menos desde 1996 hasta que la banda lo llamó para volver a la acción, una historia similar a la del huido Balbino Sáez. "No es la primera vez que algunas personas huyen a países de América y luego se reincorporan", recordó el vicepresidente.

Miner Villanueva participó supuestamente en el atentado contra los periodistas Aurora Intxausti y Juan Francisco Palomo, del que salieron ilesos (noviembre de 2000); el asesinato del cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián (26 de enero de 2001); de dos trabajadores de Electra en Martutene (22 de febrero); del erztzaina Iñaki Totorika en Hernani, y de los ertzainas Aróstegi y Mijangos de Bujo, en Beasain.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de mayo de 2002