La huelga general está ya en boca de los sindicatos. Casi un mes después de que UGT y CC OO comenzaran a referirse a ella sin nombrarla, ambas organizaciones confirmaron ayer por primera vez que el paro de 24 horas se convocará para el próximo 20 de junio 'si Aznar no lo remedia'. El presidente del Gobierno, José María Aznar, replicó que 'no hay precedente de una huelga general en vísperas de una cumbre europea'.
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La huelga se convocará formalmente el próximo 23 de mayo, cuando los máximos órganos de dirección de los dos sindicatos refrenden la propuesta. Sin embargo, los líderes de CC OO, José María Fidago, y de UGT, Cándido Méndez, cuentan ya con el respaldo de todas sus federaciones, por lo que la convocatoria está garantizada.
Sólo existe una posibilidad de frenar esta decisión: la retirada de la reforma del desempleo elaborada por el Gobierno y que ha provocado el rechazo frontal de las organizaciones sindicales. De momento, nada hace pensar que el Ejecutivo vaya a dar marcha atrás en su documento. 'No tengo ningún indicio de que pueda retirarse', reconocía Fidalgo. Méndez añadía: 'Con su decisión política, Aznar va a provocar una huelga general el 20 de junio'.
Los sindicatos intentaron ayer defenderse de las críticas sobre su falta de alternativa a la reforma del Gobierno y presentaron sus propuestas. Las reivindicaciones sindicales están en los antípodas de los cambios que proyecta el Ejecutivo. UGT y CC OO piden, entre otras medidas, que se extienda la protección por desempleo a los parados que carecen de cobertura (el 40%); que se pueda cobrar la prestación con un mínimo de seis meses de cotización, y no de un año como hasta ahora; que se mantenga el subsidio agrario para los trabajadores eventuales de Andalucía y Extremadura y se mejoren las condiciones para el resto, y que se destinen fondos públicos al Inem (Instituto Nacional de Empleo), que ahora se financia con las cotizaciones de los trabajadores.
La razón por la que los sindicatos no presentan estas propuestas ante el Gobierno es que, según Fidalgo y Méndez, la negociación es una trampa: el Ejecutivo no tiene intención de aceptar las medidas sindicales, sino que aprobará la reforma con o sin apoyo. 'Aznar se ha cargado el diálogo social y él es el responsable', sentenciaba Méndez. 'Sobre el Gobierno pende la responsabilidad de un grave conflicto laboral y social', subrayó Fidalgo.
Llamada a la responsabilidad
El presidente del Gobierno, José María Aznar, replicó de inmediato. Aprovechó una rueda de prensa en La Moncloa, con motivo de la Cumbre UE-América Latina-Caribe, para advertir a los sindicatos de la responsabilidad en que incurrirán si llevan adelante la huelga general anunciada.
'Hago ver la responsabilidad que asumen algunas personas al tomar este tipo de acciones. No encuentro justificación ni en cuanto al fondo ni mucho menos en cuanto a la oportunidad y al momento. Espero una reflexión serena sobre estas cuestiones', señaló Aznar.
El presidente del Gobierno reforzó su advertencia a los sindicatos con una apelación a la inexistencia de precedentes de huelgas generales en vísperas de una cumbre europea. 'No tiene precedente el pretender hacer alguna cosa de este tipo justamente el día antes de que un país tiene la responsabilidad de organizar un Consejo Europeo'. Los sindicatos han convocado la huelga para el 20 de junio y al día siguiente se celebra la Cumbre Europea en Sevilla.
Aznar, con esta advertencia, reflejó la creciente preocupación del Gobierno sobre una huelga general que empieza a tener visos de materializarse. Volvió a apelar a los sindicatos a que vuelvan a sentarse a la mesa de negociación, en un tono muy diferente al de la pasada semana, en que bromeó con que las organizaciones sindicales querían darle un 'repaso' antes de abandonar el poder.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de mayo de 2002