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Bush sabía antes del 11-S que Al Qaeda planeaba secuestrar aviones

Las revelaciones de la CBS dejan a la Casa Blanca bajo sospecha

George W. Bush supo, un mes antes del 11 de septiembre de 2001, que Al Qaeda quería secuestrar aviones comerciales estadounidenses. Sabía desde mucho antes que Osama Bin Laden tenía el plan de utilizar aviones secuestrados como proyectiles. Y un agente del FBI advirtió a sus jefes, también en agosto de 2001, de que personas sospechosas procedentes de Oriente Próximo tomaban lecciones de vuelo en escuelas de EE UU.

Casi todas las piezas del rompecabezas estaban sobre la mesa, pero Bush no hizo nada. El escándalo reventó el miércoles por la noche. La cadena de televisión CBS había descubierto, gracias a una filtración de los servicios secretos o de la propia Casa Blanca, que George W. Bush fue informado por la CIA a principios de agosto acerca de un plan de Bin Laden y la red Al Qaeda para secuestrar aviones comerciales. El portavoz presidencial, Ari Fleischer, convocó inmediatamente a la prensa para minimizar los daños. La información recibida por Bush mientras descansaba todo el mes de agosto (las vacaciones más largas de la historia presidencial contemporánea) en su rancho de Texas era, dijo Fleischer, "demasiado genérica e inconcreta" como para que los atentados pudieran evitarse.

Ayer por la tarde fue la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, una de las personas más próximas al presidente, quien durante una hora ofreció explicaciones. "Creíamos que se preparaba un simple secuestro con rehenes para exigir la liberación de algún terrorista detenido", declaró.

El portavoz Fleischer repitió una y otra vez los mismos argumentos. "Era otro mundo, el anterior al 11 de septiembre", explicó. "Nunca imaginamos ese tipo de ataque", siguió, "y suponíamos que la agresión se produciría en el extranjero". Lo que el portavoz no logró explicar fue por qué no se tomaron algunas precauciones en aviones y aeropuertos. "Nos recomendaron que estuviéramos alerta, pero sin nada más concreto", se quejó un portavoz de la Agencia Federal de Aviación. Sin embargo, el fiscal general, John Ashcroft, reconoció según CBS que desde agosto volaba siempre en avión privado "porque los servicios de seguridad indicaron que era peligroso utilizar aviones comerciales". "A mí nadie me dijo una palabra", comentó por su parte Rudy Giuliani, el alcalde de Nueva York durante el 11-S. Fleischer no logró explicar tampoco por qué se había silenciado hasta ahora la existencia de esas informaciones previas. "Hace falta una investigación a fondo y pública, sin que valgan secretos", declaró Dick Gephardt, jefe de la oposición demócrata en la Cámara de Representantes.

El 11 de septiembre es una herida aún muy abierta, y el escándalo pone en peligro la popularidad del presidente Bush. "Era imposible adivinar que Al Qaeda utilizaría los aviones como misiles", defendió Fleischer. Sin embargo, en Washington se disponía de informes de la policía filipina sobre un plan de ese grupo para secuestrar aviones y lanzarlos sobre la sede de la CIA. También se sabía que ya en la Navidad de 1994 un grupo de terroristas argelinos secuestró un avión de Air France con el propósito, no conseguido, de estrellarlo contra la torre Eiffel.

La CIA no ignoraba que Al Qaeda disponía de terroristas suicidas. Por otra parte, un agente del FBI con base en Phoenix (Arizona) redactó en agosto pasado un informe en el que alertaba sobre la presencia de personas supuestamente relacionadas con Al Qaeda en una escuela de vuelo. Esas personas resultaron inocentes. Pero para entonces ya había sido detenido Zacarías Moussaui, hoy acusado de ser el terrorista número 20, el único que no logró embarcar en la fecha fatídica, cuando trataba de aprender a pilotar un avión en Minnesota.

¿Por qué nadie pensó que el interés de Al Qaeda por formar pilotos no encajaba con un secuestro aéreo convencional? ¿Por qué se incrementó la seguridad en bases y embajadas de EE UU en el extranjero, pero no en los aeropuertos estadounidenses? En cambio, ya se puede explicar por qué tanto Bush como los servicios secretos afirmaron el mismo 11 de septiembre que Bin Laden y Al Qaeda eran culpables: estaban advertidos, con mayor o menor concreción, de antemano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de mayo de 2002