CUMBRE EUROPEA EN COPENHAGUE
La reunificación de Europa, el histórico objetivo del continente desde la caída del muro de Berlín en 1989, quedó esta madrugada pendiente en la cumbre de Copenhague de sólo mil millones de euros. Es ése el suplemento que exige Polonia para aceptar su entrada en la UE: que los Quince le aporten 20.000 millones en lugar de 19.000 para el periodo 2004-2006.
La Unión Europea decidió ayer abrir definitivamente las puertas a Turquía. Los Quince acordaron proponer a Ankara que, si a finales de 2004 cumple los requisitos democráticos, la Unión iniciará "cuanto antes" las negociaciones de adhesión.
La pelea entre los Quince y los 10 países candidatos sobre la factura de la ampliación llega en un pésimo momento de la economía europea, y sobre todo de Alemania, el gigante que aporta el 25% del presupuesto de la Unión y dirigido hoy por un canciller cuyo mensaje electoral siempre ha sido el de taponar el grifo de Berlín hacia Bruselas.
INCIDENTE EN EL ÍNDICO
El subsecretario de Defensa de EE UU telefoneó el miércoles por la noche al ministro español de Defensa para pedirle "disculpas" por la decisión de su Gobierno de entregar a Yemen el carguero con 15 misiles Scud que dos buques de guerra españoles abordaron el pasado lunes.
El régimen norcoreano provocó ayer a EE UU para intentar forzarle a volver a la mesa de negociaciones, de la que se levantó en octubre pasado al obtener la confirmación de que Pyongyang poseía armas nucleares.
J. J. AZNÁREZ, ENVIADO ESPECIAL | Caracas
La oposición venezolana aceptaría hoy elecciones anticipadas para salir de la crisis, pero puede que, tras la huelga general en curso, sólo se conforme con la renuncia de Hugo Chávez.
Los promotores de la huelga general contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, llamaron a "la resistencia total indefinida" para expulsarle.
El presidente ruso, Vladímir Putin, impulsa con tozudez su plan para Chechenia sin esperar a que la situación se normalice primero para la vida en la república secesionista y sin dar muestras de querer atajar los desmanes de los militares.