La Liga está que trina. Nadie pega el tirón definitivo y al campeonato le esperan dos jornadas cardiacas, con un resucitado aspirante, el Deportivo, a rebufo de la Real y el Madrid, que ahora sólo le superan por cuatro y tres puntos, respectivamente. El equipo donostiarra no pudo con el Valencia y de nada le sirvió el pinchazo del Madrid ante el Celta. Para consuelo, el grupo de Denoueix puede al menos esgrimir que con el empate el liderato aún es suyo cuando restan dos pasos. El campeón vigente le frustró a domicilio como ya había hecho en su visita a Riazor con el Deportivo. Ni siquiera contra diez, tras la expulsión de Ayala en el segundo tiempo, pudo volar la Real.
Sí lo hizo el Deportivo, que con Naybet expulsado a los cinco minutos fue capaz de remontar por dos veces su partido ante el Atlético, que pierde gas con la UEFA.
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Mientras el título se mantiene en vilo, el drama del descenso quedó definitivamente resuelto. Osasuna ganó en Valladolid y despidió al Alavés, al Recreativo y al Rayo Vallecano. Los tres desfilarán por Segunda División el próximo curso, donde ya no estará el Murcia, que catorce años después regresó a Primera. La otra cuenta pendiente del campeonato es la clasificación para la próxima Copa de la UEFA. El Athletic sólo igualó en Villarreal y a su sombra ya están el Barça -que superó al Málaga- y el Sevilla -verdugo del Recreativo-. Catalanes y andaluces se encuentran a dos puntos de los vascos, que la próxima jornada reciben a Irureta y su equipo. El otro conjunto gallego, el Celta, espera a la Real, y el Atlético, al Madrid.
Lástima que las emociones tengan que esperar hasta dentro de quince días. Mientras en toda Europa se han cerrado los campeonatos y ya hay vacaciones, en España, con la Liga al rojo, se para el torneo para dar paso a dos encuentros de la selección. Cosas del fútbol español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de junio de 2003