Elecciones Europeas
Sólo el 44,2% de los electores acudió ayer a las urnas en la primera gran consulta tras la ampliación a 25 para elegir un Parlamento Europeo llamado a influir sensiblemente en sus vidas durante los próximos cinco años. La indiferencia electoral, según los datos provisionales, resultó especialmente aplastante en los diez nuevos socios, que con una participación del 26% confirmaron la frialdad con la que se han adherido al club.
El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), del canciller Gerhard Schröder, ha sufrido en las elecciones al Parlamento Europeo el mayor desastre en una elección nacional desde el fin de la II Guerra Mundial, en 1945. Con cerca de un 21,5% de votos, el SPD ha perdido un 9% respecto a las europeas de 1999 y más de un 16% respecto a las elecciones federales de 2002.
Los resultados parciales en el Reino Unido señalaban anoche una fuerte caída de conservadores y laboristas, moderada subida de los liberal-demócratas y sustancial ascenso -aunque algo inferior a lo pronosticado- del UKIP, el partido que promueve la retirada británica de la UE.
El Partido Socialista se convirtió ayer en el gran vencedor de las elecciones europeas en Francia, con el 29,5% de los votos, frente al 16,5% de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Jacques Chirac. Este castigo al poder ratifica el de las elecciones regionales de hace tres meses, si bien con una participación (42,5%) casi 20 puntos inferior.
La indiferencia y la abstención marcaron las primeras elecciones europeas en las que participaron los 10 países que entraron en la UE con la ampliación del 1 de mayo: la participación media fue del 26%.
A cinco días de que los líderes europeos intenten cerrar en Bruselas la primera Constitución europea, la presidencia de la UE, Irlanda, difundió ayer su última propuesta oficial sobre litigios pendientes y optó por respetar las líneas rojas exigidas por Reino Unido para conservar el derecho al veto en áreas como fiscalidad, seguridad social, política exterior o cooperación judicial penal y por rechazar la petición del Vaticano y otros países (Italia y Polonia, entre ellos) de que el preámbulo de la Carta Magna haga una referencia a la "herencia judeo-cristiana".
Al Qaeda emitió ayer un vídeo en el que muestra el asesinato a balazos de Robert Jacob, un ciudadano estadounidense residente en Riad. Con Jacob son ya tres los occidentales que han muerto a tiros en Arabia Saudí en los últimos ocho días.
Lo dijo el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell: "Será difícil proteger a todo el Gobierno". La realidad le da la razón. Ayer fue asesinado en Bagdad Kamal al Jarrah, responsable del departamento de relaciones culturales del Ministerio de Educación.
Carlos Ares | Buenos Aires
El presidente argentino se enfrenta a su mentor por una ley que ordena el reparto de los impuestos nacionales entre las provincias