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LA LISTA 169 | ELECCIONES EN IRAK | Guía de candidatos

Los islamistas chiíes se han unido bajo la figura del ayatolá Sistani

Las primeras elecciones en 50 años; las primeras para la mayoría de la población, que está por debajo de esa edad. Y un total de 111 listas para elegir, muchas ideológicamente indistinguibles unas de otras. Una tarea que se adivina más complicada por la ausencia de una campaña electoral propiamente dicha. La mayoría de las candidaturas se han perfilado siguiendo líneas confesionales y étnicas. A falta de conocer las preferencias de los iraquíes, es posible distinguir cuatro grandes bloques ideológico-religiosos: los islamistas chiíes, los laicos y nacionalistas del primer ministro Ayad Alaui, los kurdos agrupados en los dos grandes partidos tradicionales de esa comunidad y los islamistas suníes.

Los principales partidos de esa tendencia se agrupan en la Alianza Unida Iraquí, la lista 169, apodada por sus rivales políticos lista chií. En ella se presentan los líderes de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak, Abdul Aziz al Hakim; de Al Dawa, Ibrahim Yáfari (actual vicepresidente), e incluso un chií laico como Ahmad Chalabi. También concurre con ellos el prestigioso científico Husein al Shahrastani.

Además, han buscado un alcance más amplio incluyendo a pequeños partidos de otras comunidades, incluido uno suní. Sin embargo, la imagen del gran ayatolá Alí Sistaní en sus carteles es toda una declaración de intenciones. Aunque algunos allegados al reverenciado líder religioso han negado que respalde una candidatura particular, en la calle la percepción es diferente.

Ninguna de las grandes figuras de esta lista ha expresado públicamente ambición de ser primer ministro, pero todos estarían encantados de serlo. Todos salvo tal vez Al Hakim, que ya durante su participación en el Consejo de Gobierno cedió prácticamente la representación a Adel Abdel Mahdi, el actual ministro de Economía y un hombre con muy buenas relaciones con todos los grupos iraquíes. Sin duda, EE UU le preferiría a Chalabi, su antiguo favorito, caído en desgracia el pasado verano después de que se revelara que espiaba para Irán.

Diplomáticos y observadores de la escena iraquí les dan como favoritos. El terrorista Abu Musab al Zarqaui, también por lo que se deduce de sus últimos mensajes. El sociólogo Saad Abdelrazak incluso va más lejos y asegura contar con encuestas que les dan entre el 35% y el 40% de los escrutinios (entre 95 y 108 escaños). Resulta arriesgado avanzar resultados en un país sin experiencia democrática y sumido en el caos, pero la fuerza de la Alianza Unida Iraquí va a depender de que se acerque o supere esa barrera del 40%. Por debajo de ella, una alianza de otros grupos (laicos y kurdos, por ejemplo) contendría sus aspiraciones islamistas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de enero de 2005