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ISLAMISTAS SUNÍES | ELECCIONES EN IRAK | Guía de candidatos

La minoría suní afronta su marginación ante la falta de candidatos

Las primeras elecciones en 50 años; las primeras para la mayoría de la población, que está por debajo de esa edad. Y un total de 111 listas para elegir, muchas ideológicamente indistinguibles unas de otras. Una tarea que se adivina más complicada por la ausencia de una campaña electoral propiamente dicha. La mayoría de las candidaturas se han perfilado siguiendo líneas confesionales y étnicas. A falta de conocer las preferencias de los iraquíes, es posible distinguir cuatro grandes bloques ideológico-religiosos: los islamistas chiíes, los laicos y nacionalistas del primer ministro Ayad Alaui, los kurdos agrupados en los dos grandes partidos tradicionales de esa comunidad y los islamistas suníes.

La retirada del Partido Islámico de Irak (y de alguna otra formación menor de igual tendencia) ha dejado a los suníes religiosos sin una lista que les represente. La decisión de Mohsén Abdulhamid, que formó parte del Consejo de Gobierno tutelado por la Administración estadounidense y encabezó inicialmente la candidatura de su partido a las elecciones de mañana, fue fruto del enfoque puramente militar de la lucha contra la insurgencia en Faluya -donde en noviembre pasado las tropas de EE UU desencadenaron una ofensiva que terminó con alrededor de 1.500 muertos y que provocó el éxodo de casi toda la población de la localidad- y de la negativa frontal de los chiíes, y también de Estados Unidos, a retrasar la cita con las urnas.

En su decisión influyó, sin lugar a dudas, el llamamiento a boicotear los comicios del Comité de Ulemas, la principal asociación religiosa suní de Irak. No obstante, en los últimos días, y después de que varios destacados líderes chiíes hayan multiplicado sus gestos hacia su comunidad (que representa alrededor del 20% de los casi 26 millones de iraquíes), Abdulhamid ha mostrado su disposición a participar en la redacción de la Carta Magna -tal vez el principal cometido de la Cámara que se elige el domingo- e incluso en el Gobierno.

El mayor problema en el seno de la comunidad suní va a ser la participación. Sin candidatos en los que reflejarse y con la amenaza de los insurgentes a la misma puerta de casa, la asistencia a las urnas en las zonas donde son mayoría puede quedar en entredicho.

Una encuesta del Centro de Investigación y Estudios Estratégicos de Irak prevé una participación en varias ciudades: apenas un 14% en Tikrit, localidad natal de Sadam Husein; un 12% en Mosul, y el 0% en Ramadi, capital de la conflictiva provincia de Al Anbar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de enero de 2005