Cuando Lara Blanco, estudiante de 3º de ESO de 14 años, tiene que hacer un trabajo para el colegio no usa el bolígrafo. Prefiere el ordenador, que siempre ha tenido en casa y que le permite consultar una enciclopedia o navegar por Internet sin levantarse de la silla. Desde hace dos años recibe clases de informática en el colegio. Lara Blanco cree que la educación del futuro se parecerá cada vez más a lo que ella hace ya, porque "es más divertido y más rápido". Pero dice que también quiere estudiar otras cosas "más prácticas", como aprender a cocinar.Lara estudia inglés y francés, ha tenido la oportunidad de viajar "mucho" y ya tiene asimilado que hablar idiomas "es muy importante". Es de una generación marcada por las nuevas tecnologías. Reconoce que lee porque la obligan, ve mucho la tele y se muere por un teléfono móvil para poder enviar mensajes a sus amigas, como ya hace a través de Internet.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de enero de 2000