"Se acabó el santuario institucional" de ETA. De este modo resumió ayer José María Aznar la decisión de ilegalizar Batasuna, que mañana promoverán el pleno del Congreso por la vía política y la Audiencia Nacional por la vía penal. Aznar, en su primera comparecencia tras el 5 de agosto, durante una cena en Sant Lluis con la que pone fin a sus vacaciones veraniegas en Menorca, reconoció que la ilegalización de Batasuna no significa el fin inmediato de ETA, pero sí que es "útil y necesaria para ello". El presidente fue especialmente duro con el PNV, al que acusó de no querer acabar con ETA y reiteró su voluntad de acoso a Batasuna hasta el final: "No les vamos a dar ni un minuto ni un segundo de respiro".
'Quienes pactaron con la banda terrorista no quieren terminar con aquella deriva totalitaria'
'A partir de mañana empieza el final de la cuenta atrás para el brazo político de ETA'
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Aznar aprovechó su comparecencia de despedida en Menorca ante unos 600 militantes isleños del PP para hacer un balance de los acontecimientos desde su anterior comparecencia, justo el día posterior al atentado de ETA en Santa Pola (Alicante), que costó la vida a dos personas, una de ellas una niña de seis años, y en el que anunció su pretensión política de poner en marcha los mecanismos que ofrece la Ley de Partidos para ilegalizar a Batasuna. "Ahora es el momento de dar un paso más en la lucha contra el terrorismo. Hasta aquí hemos llegado. Lo dije inmediatamente después de ese atentado y es exactamente lo que teníamos que hacer", recordó Aznar.
El presidente obvió el debate sobre la suficiencia o no de base jurídica para proceder a la ilegalización de Batasuna. Se limitó a señalar: "No había por qué esperar un minuto más para poner en marcha los mecanismos previstos en la Ley de Partidos. Las fuerzas que hemos hecho un pacto contra el terrorismo vamos a decir basta ya a los cómplices del terrorismo y por eso el lunes se celebrará un pleno extraordinario del Congreso para aprobar la iniciativa parlamentaria que ponga fuera de la ley al brazo político del terror, si así lo deciden los tribunales".
También reconoció el papel del juez Baltasar Garzón, que ha activado la vía penal para suspender provisionalmente la actividad de Batasuna. Lo dijo al recordar el acoso conjunto de todas las instancias al brazo político de ETA. "No le vamos a dar respiro, ni el Gobierno, ni los partidos democráticos, ni se lo van a dar los jueces de la Audiencia Nacional. En el juego democrático no pueden estar los que llevan pistolas".
Aznar criticó tanto la abstención anunciada por CiU en el Congreso como con el voto negativo del PNV. A CiU le criticó por tratar de evitar un pronunciamiento del Congreso en este proceso. "Hay quienes dicen que el Parlamento no debe intervenir en este proceso. Y yo afirmo que el órgano que representa la soberanía nacional tiene la obligación legal de defender públicamente nuestra democracia. Afirmo que el peor riesgo es mantenernos impasibles".
Pero fue especialmente duro con el PNV, al que acusó de no querer terminar con ETA. "Otros partidos dan preferencia a su identidad de objetivos con el extremismo, en lugar de votar sí a la ilegalización. Siempre hay algún argumento para defender a Batasuna, ya sea frente al Congreso o frente a los jueces. Quienes en su día pactaron con la banda terrorista no quieren terminar con aquella deriva totalitaria". Al PNV también le dirigió un consejo marcadamente crítico: "Hasta que no sitúen los principios democráticos y los morales por encima de su ideología nacionalista seguirán dejando los valores más fundamentales, incluido el de la vida de las personas, en un segundo plano".
Aznar, quien señaló que este año llegó a las vacaciones "necesitado" de descanso tras "un año muy duro", trató de curarse en salud ante las críticas que desde diversos sectores se han dirigido a su Gobierno por identificar, a través de la contundencia de su discurso, la ilegalización de Batasuna con el final de ETA. "A partir del lunes empieza el final de la cuenta atrás para el brazo político de ETA. Yo ya sé que esto no significa que vaya a acabarse de un día para otro. Pero tengo la certeza de que lo van a tener mucho más difícil y que es un paso útil y necesario para acabar de una vez con esta pesadilla".
Además del argumento de la utilidad de la ilegalización para avanzar en el final de ETA, Aznar esgrimió el de los principios democráticos, que es el más caro en el discurso del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. "Tenemos el derecho y el deber de defender la democracia, la libertad, la convivencia y el Estado de derecho. Tenemos el derecho y el deber de exigir que queden fuera de la ley quienes se aprovechan del terrorismo. Estamos convencidos de ello y estamos decididos a hacerlo".
No obstante, Aznar quiso dejar claro que la ilegalización de Batasuna será decisiva para avanzar en el final de la banda terrorista. Para ello recurrió en su discurso al símil del santuario utilizado en otros tiempos por los Gobiernos democráticos españoles para referirse a la facilidad con que los militantes de ETA se movían en Francia. Ayer, Aznar lo utilizó para referirse a Batasuna de una manera solemne: "Se acabó el santuario institucional. En el juego democrático no pueden estar los que llevan las pistolas. Lo quiero decir bien claro: no van a tener respiro", finalizó esta parte de su discurso en medio de una gran ovación.
También hizo una breve referencia a la situación del PP en Baleares, con una dura crítica dirigida al pacto de gobierno que el socialista Francesc Antich encabeza en las islas. Aznar atribuyó la implantación de la ecotasa, "un impuesto absurdo que supone el empobrecimiento de las islas", según el presidente, a la amplia política de pactos a que se ve obligado el Ejecutivo balear, entre cuyas fuerzas figuran los ecologistas y nacionalistas. Extendió sus críticas al conjunto de las propuestas del PSOE al que acusó de levantar "falsas esperanzas" con "promesas imposibles" y se mostró "razonablemente satisfecho" de la creación de empleo aunque la economía española no crece al ritmo que le gustaría. Y pese a que la crisis internacional está perjudicando a "numerosos campos", la economía española se comporta mejor que la de la mayoría de países europeos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de agosto de 2002