Belgrado está dispuesto a aceptar una presencia internacional en su territorio siempre que sea una misión negociada con la ONU en la que no participen los países que intervienen en la actual campaña aérea contra Yugoslavia, según el ministro yugoslavo de Asuntos Exteriores, Zivadin Jovanovic. Un portavoz de su ministerio insistió en que la fuerza debe estar desarmada. Aunque ambas demandas van contra las exigencias de la OTAN, que reclama en Kosovo la presencia de sus soldados, se estima que pueden ser gestos de aproximación a una eventual negociación avalada por el Consejo de Seguridad.Jovanovic hablaba en el periódico austriaco Kurier, al que en una entrevista declaró que su país está dispuesto a aceptar una misión de la ONU integrada por "países neutrales y aquellos que no han participado en la agresión contra Yugoslavia". En Belgrado, su portavoz, Nebojsa Vujovic, señaló: "Aceptaremos una misión cuya modalidad, mandato y volumen deberían ser pactados en conversaciones directas entre Naciones Unidas y la República Federal Yugoslava".
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"Lo que podemos aceptar es una misión, una misión desarmada, porque no necesitamos ningún despliegue armado ni ningún tipo de fuerza de ocupación", insistió Vujovic. Son palabras que marcan distancias con respecto a las firmes demandas de la OTAN, pero se producen en un momento de intensas gestiones diplomáticas que apuntan hacia una salida negociada al conflicto.
Fin de la misión
De hecho, ayer en Belgrado se especulaba con que el presidente Slobodan Milosevic podría dar próximamente por terminada la misión de sus tropas en Kosovo. La especulación nacía del comunicado suscrito el martes por la noche por el propio Milosevic y su jefe militar en Kosovo, Nebojsa Pavkovic, en el que daban por aniquilado al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). "Hemos destruido el corazón del ELK y la infraestructura del grupo terrorista", subrayaba el comunicado, emitido por los medios de comunicación. Eso significa que los 49.000 hombres que Milosevic tiene en Kosovo ya han cumplido su misión.La retirada de Kosovo es una de las concesiones que Milosevic ha de realizar para sostener el plan de paz que Víktor Chernomirdin, el emisario ruso, ha presentado en las pasadas jornadas en diversas capitales aliadas. El portavoz Vujovic no quiso ayer entrar en especulaciones sobre la disposición de Milosevic a autorizar la presencia de cascos azules en Kosovo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 1999