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El cadáver de un niño iraquí tras el ataque a un mercado
Con gritos de "¡la Alah Illa Allah!" ("¡no hay más dios que Dios!"), los hombres se sobreponen a su dolor y, todos a una, colocan el cadáver sobre un féretro de tablas. En la morgue del hospital ya sólo quedan dos cadáveres más, casi irreconocibles. Han llegado a ser 35 cuando el cielo se ha abierto y ha dejado caer un misil estadounidense.
La precisión de las bombas estadounidenses es un pobre consuelo para los residentes del barrio de Mansur, que ayer se vieron afectados por la aniquilación de unas oficinas del Partido Baaz. Ocho personas resultaron muertas y 33 heridas.
La situación en Basora, la principal ciudad del sur de Irak, de mayoría shií y que llegó a tener 1.300.000 habitantes, es muy confusa. Fuentes militares británicas en la zona aseguraron ayer que los paramilitares iraquíes, que resisten en el interior junto al Ejército de Sadam Husein, impidieron a tiros el intento de huida de cientos de civiles.
El segundo convoy de una mal llamada ayuda humanitaria cruzó ayer por la mañana la frontera de Kuwait con Irak. Un zumo, unas galletas, 250 mililitros de leche, pan árabe, quesitos de marca francesa y una botella pequeña de agua. Sus destinatarios: una población iraquí desesperada y asustada. Y que ayer se volvió agresiva. Desesperada porque no tiene nada. Asustada porque lleva días en guerra.
Las milicias kurdas se han apoderado de la tierra de nadie dejada por el Ejército de Irak. Sin entrar en combate, han tomado posiciones situadas a 16 kilómetros de Kirkuk, importante zona productora de petróleo.
Donald Rumsfeld advirtió ayer a Siria e Irán de que los hará responsables de actividades de aprovisionamiento o reforzamiento de las tropas iraquíes. El Pentágono dice haber detectado la llegada, a través de la frontera siria, de equipos para combate nocturno y actividades de unidades paramilitares proiraníes en la frontera este del país.
Cada día una decena de autobuses sale de la plaza de Hachemita, en el corazón de Ammán, en dirección a Irak, con un pasaje de jóvenes voluntarios dispuestos a enrolarse en las tropas de Sadam Husein y enfrentarse a los soldados norteamericanos.
Eran decenas de miles, estaban airados y se desgañitaron contra EE UU, Reino Unido e Israel. Comenzaron al término de la oración del viernes en la mezquita de Al Azhar, en el corazón histórico de El Cairo, y siguieron haciéndolo durante dos horas en las calles de los alrededores. El "Alá Uakbar" ("Dios es el más grande") que gritaron incansables iba dirigido contra Bush.
El ministro del Interior de Serbia, Dusan Mihajlovic, anunció ayer el hallazgo de los restos del ex presidente del país Ivan Stambolic, desaparecido en agosto de 2000, un mes antes de las elecciones que desencadenaron la caída del régimen de Slobodan Milosevic.
El secuestrador de un avión comercial turco que cubría la línea entre Estambul y Ankara y que fue desviado a Atenas 20 minutos después de despegar se entregó poco antes de la dos de la madrugada de hoy. No hubo ningún tipo de violencia. Viajaban a bordo 203 personas, 194 pasajeros y 9 tripulantes.
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